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Mostrando entradas de abril, 2014

Jim Caviezel

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Realmente impresionante el testimonio de conversión de este hombre, protagonista de La Pasión. Seguramente este video lleva mucho tiempo en internet, pero yo no lo había visto. NO he podido -ni querido- dejar de verlo. Cómo la fe de una persona puede afianzarse tanto, vivirla tan profundamente, por -en un momento determinado- haber dicho Sí a Jesucristo. Los primeros minutos, cuando habla el presentador, están sin traducir, hay que tener un poco de paciencia. Merece mucho la pena verlo entero.

¿Quién me removerá la piedra?

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¡¡Felicidades a todos!!

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Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: «No temáis, sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id enseguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho». Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos. De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Dios os guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron. Jesús les dijo: «No tengáis miedo, id y decid

Mi cruz gloriosa

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Allí, arrodillada delante de la cruz, sólo pude musitar: "Señor mío y Dios mío, que pueda y quiera abrazar mi cruz". Porque la cruz es la que me va a conducir junto a Ti. Mi cruz es la que me va a abrir las puertas del cielo. Esa cruz de la que huía y huyo cuando no tengo tu Espíritu, es la que me va a conducir a la Gloria. Qué curioso. La cruz es esa puerta estrecha que me llevará a vivir la Vida en plenitud. Es el lecho de amor, como dice un canto, donde nos ha desposado el Señor. Esto son palabras mayores. Lecho de amor, porque ahí, en el sufrimiento, Tú te encuentras conmigo. Tú llevas mi carga. Ahí he conocido que me quieres realmente, que tú has pasado primero por la cruz, para que yo pueda hacerlo unida a Ti. Hablar de la cruz no es ninguna tontería. De la cruz tenemos experiencia todos, los que creen y los que no creen. El sufrimiento está ahí, indefectiblemente. Lo puedes llevar con paz en el corazón, con alegría incluso en determinados momentos: cuando ves que e