Mis cosas de hoy y de ayer

  (Imagen generada por IA) Jugó a dibujar figuras de humo. Lo había visto hacer a su padre. Con el cigarrillo, inhalando a pleno pulmón y luego dibujando círculos en el aire. Parecía fácil, pero una tos intermitente le impidió trazar siquiera la primera figura… Ella, aquella chavalita de ojos enormes le ponía nervioso. Na, la miraba y perdía la concentración. Sus amigos se reían, sus amigas cuchicheaban algo. Cambió de estrategia. Obviando que sería el hazme reír del colegio durante mucho tiempo, mirándola, musitó: “Ojalá fueras de humo para poder respirarte”. Luego, pletórico, con sus catorce años recién cumplidos, salió corriendo calle abajo. Post relacionados:  La depresión y la ansiedad en los adolescentes Adolescentes y sexo: ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?