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Mostrando entradas de enero, 2010

Jesús Acedo, profesor de biología: “hay muchísimos científicos que son creyentes”

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Quedamos en una cafetería cerca de su casa, y entre sorbo y sorbo de café, Jesús Acedo -27 años recién cumplidos- desgrana su vida diaria, como profesor de biología y geología en un colegio católico de Madrid. “Resulta muy gratificante dar clase a chavales adolescentes, están empezando a vivir y tienes la oportunidad de abrirles todo un abanico de expectativas humanas, científicas, técnicas… son muy receptivos, ves cómo te escuchan y están atentos a cada palabra que les das. Por esto último, pienso que el profesor cristiano puede y debe aportar su granito de arena en la evangelización de los jóvenes. Me encanta mi profesión”. -Eres un profesor católico, ¿verdaderamente vives tu fe también en este ámbito, en el del trabajo, o la relegas a tu esfera personal y privada? -En la sociedad en que nos ha tocado vivir no es fácil vivir la fe… pero trato, en la medida de lo posible, de dar a conocer a Cristo, ser testigo del evangelio, en las clases, entre el profesorado, con

Testimonio de Juan Ricart y Reyes López

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Esa mirada

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En navidades, he dejado aparcado el coche en la puerta de casa, y voy al trabajo en metro. No tengo que llevar a las pequeñas al colegio, ni a Almudena a la guardería, así que más libre que nunca, cojo el metro todas las mañanas y le doy al tacón, que también es una forma de mantenerte ágil. Así, cada día me sumerjo en las entrañas de la tierra y vago por los andenes del metro madrileño; en estas estoy cuando, indefectiblemente, me topo con una mirada descorazonadora, que me rasga de arriba a abajo. Es alucinante. Nunca me había encontrado con una mirada así. Es la de alguien que ya lo ha visto todo y que está ya de vuelta de todo. Te desnuda por dentro, y te dice, "todo es mentira. No te creas nada,no hay esperanza". No, no es una persona "de carne y hueso" (como dirían mis hijas pequeñas), sino una publicidad de una pintura al óleo de un autor francés (Pierre Gonnord) que tiene una expresión rompedora, por la desazón que produce. La exposición se titula: "Tie