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Mostrando entradas de agosto, 2010

Cosas del veranito

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Anoche a las seis de la madrugada llegó Jose (17 años) en autobús desde Santiago de Compostela... ha sido una experiencia fuerte para él, se le ve contento, feliz; el segundo día de camino se dobló el tobillo y se hizo un esguince (fue con un amigo, los dos solos, dormían en polideportivos y albergues ; ¡una sola vez probó lo que es una cama en estos cinco días!). Aun así siguió peregrinando, así que cuando ha llegado a casa tiene una inflamación considerable y habrá que llevarle a urgencias mañana sin falta. Nos ha contado hoy a todos en la oración de laudes que "en el camino te das cuenta de muchas cosas, salen todos tus demonios y también lo mejor de ti mismo. Yo he visto que el Señor nos ha precedido, ha habido veces en que nos hemos dado cuenta, y otras en que no; nosotros, que ibamos completamente fiados en la providencia, sin alojamiento, casi sin dinero... cuando ya parecía imposible encontrar donde pasar la noche, siempre surgía alguien que nos echaba una mano... una t

Sé tú mi huerto regado

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¿Por qué será tan complicado educar cuando los hijos ya están de lleno en la adolescencia? ¿Por qué tanta zozobra? ¿Por qué me empeño y me violento a mí misma, queriendo que las cosas sean así, y no de otra manera? ¿Por qué a veces –muchas- provoco sufrimiento y malestar a mis hijos? Yo creo que en el fondo es un problema de inseguridad. NO estoy anclada en la roca, y las olas me pueden. La tempestad se me echa encima, y yo trato de nadar contra olas que son muy superiores a mis fuerzas. Y todo por no dejarme guiar. Me falta paciencia, mansedumbre, fe. Últimamente estoy viendo que debo buscar la actitud de María, si quiero que mi vida de familia no se convierta en un infierno. Tengo que estar en silencio a los pies de la cruz. A esto me está llamando el Señor. A que pase la tormenta a los pies de su cruz. Y verdaderamente esta es la actitud que salva. Lo tengo más que comprobado. Cuando alguno de nuestros hijos (ahora, uno en concreto) se pone bravo, toca callar. Si el Señor me