¿Cuántas personas se necesitan para cambiar el mundo? Una, tú

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas: -«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otra cayó entre abrojos, que crecieron y lo ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una ciento; otra sesenta; otra, treinta. El que tenga oídos que oiga». (Mateo 13, 1-9) ¿Cómo es la tierra, tu tierra (tú mismo, tu persona) donde el Señor quiere sembrar hoy? Muchas veces somos duros de corazón, incapaces de abajarnos, de pedir perdón. Damos vueltas y más vueltas, razonamos, nos justificamos, todo, menos reconocer que nos hemos equivocado. Nos cuesta ...