La Maternidad, según el Papa Francisco
El pasado 4 de mayo celebrábamos el Día de la Madre. Quizás sea este un buen momento para analizar la evolución de la maternidad en España y para contemplar, a la luz del magisterio del recientemente fallecido Papa Francisco, qué es lo que significa ser madre y como cumplir esta misión que se nos ha encomendado.
Victoria Luque
El primer domingo de mayo celebramos en España el Día de la madre, junto a otros cuatro países (Portugal, Lituania, Hungría y Sudáfrica) que han adoptado este mismo patrón. El resto del mundo celebra esta festividad en distintas fechas.
Según el Instituto Nacional de Estadística, durante 2023 se registraron 320.656 nacimientos en España lo que supuso un descenso del 2,6% respecto al año anterior. El número medio de hijos por mujer se redujo hasta 1,12. Por otro lado, la edad media en que la mujer tiene su primer hijo en España ha aumentado en las últimas cinco décadas 3,74 puntos, llegando a superar los 30 años (en 2023: 32,59 años). En los setenta, el primer hijo se tenía alrededor de los veinticinco años. Hoy día, la edad en que se tiene al primer hijo coincide con la que hace unas décadas se tendría al segundo o al tercero o cuarto.
Pérdida del deseo de transmitir la vida
Y ¿por qué asistimos a esta preocupante disminución de la natalidad? Según el Papa Francisco en su Bula La Esperanza no defrauda: “Los ritmos frenéticos de la vida, los temores ante el futuro, la falta de garantías laborales y tutelas sociales adecuadas, los modelos sociales cuya agenda está dictada por la búsqueda de beneficios más que por el cuidado de las relaciones” hacen que actualmente la juventud experimente una pérdida del deseo de transmitir la vida. Añade, además que, en otros contextos, culpar al aumento de población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas”.
Es urgente el apoyo firme y convencido de las comunidades creyentes y de la comunidad civil a la maternidad y paternidad
Así, Francisco declara que es urgente, además del compromiso legislativo de los Estados, el apoyo firme y convencido de las comunidades creyentes y de la comunidad civil a la maternidad y paternidad, porque “el deseo de los jóvenes –dice- es engendrar nuevos hijos e hijas como fruto de la fecundidad de su amor”, esto garantizará el futuro y la esperanza de la sociedad. Francisco aboga además, por una alianza social de la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica y que trabaje por el porvenir del mundo.
Dicho esto, cabría preguntarse qué espera la Iglesia de los esposos cristianos, y la respuesta nos la dio el anterior Papa en el Rezo del Ángelus del 22 de diciembre pasado: “La apertura a la vida con una maternidad y paternidad responsables es el proyecto que el Creador ha inscrito en el corazón y en el cuerpo de los hombres y las mujeres, una misión que el Señor confía a los esposos y a su amor”.
Así, animémonos a entrar en la voluntad de Dios, a estar abiertos a la vida en cualquiera de sus manifestaciones como forma de lograr esa felicidad que tanto ansiamos. “Necesitamos recuperar la alegría de vivir,-dice- porque el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, no puede conformarse con sobrevivir o subsistir mediocremente, amoldándose al momento presente y dejándose satisfacer solamente por realidades materiales. Eso nos encierra en el individualismo y corroe la esperanza, generando una tristeza que se anida en el corazón, volviéndonos desagradables e intolerantes” 2.
Qué es ser madre
Por otro lado, en sus Intenciones por la familia de junio de 2022, el fallecido Pontífice recordaba que ser madre es “dar la vida poco a poco; sí, como la da una madre, con la sencillez del martirio materno, concibe en su seno un hijo, lo amamanta, lo cría y lo cuida con afecto. Es dar la vida. Es martirio”. Sin embargo, a la vez es alegría, como nos lo hace ver en el encuentro entre María y su prima Isabel, “encuentro de dos mujeres felices por el don de la maternidad1”. Francisco nos anima a bendecir la maternidad, a que no seamos indiferentes ante la mujer embarazada, sino que entremos en la alabanza a Dios, en el asombro y en la gratitud ante el misterio de la vida. Él señala que el don de la maternidad “nos hace ver y reconocer su Presencia y amor cerca de nosotros en el don de cada vida, de cada niño llevado en el seno de su madre1”.
El Papa Francisco nos anima a que entremos en la alabanza a Dios, en el asombro y en la gratitud ante el misterio de la vida
Para terminar, el Papa nos hace una pregunta: “¿Sostengo y defiendo el valor sagrado de la vida de los pequeños desde su concepción en el seno materno?1”. Y nos recuerda que “ningún niño es un error, aprendamos a maravillarnos ante el don de la vida1”. Y concluye: “Que María, la Bendita entre todas las mujeres, nos haga capaces de experimentar asombro y gratitud ante el misterio de la vida que nace”.
Para terminar, el Papa nos hace una pregunta: “¿Sostengo y defiendo el valor sagrado de la vida de los pequeños desde su concepción en el seno materno?1”. Y nos recuerda que “ningún niño es un error, aprendamos a maravillarnos ante el don de la vida1”. Y concluye: “Que María, la Bendita entre todas las mujeres, nos haga capaces de experimentar asombro y gratitud ante el misterio de la vida que nace”.
Publicado en Cooperador Paulino. Mayo 2025
1 Rezo del Ángelus.
22 de diciembre 2024
2 Bula de
Convocación del Año Jubilar 2025: La esperanza no defrauda
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