La boda de Rocío
Ha sido una boda maravillosa en la que se respiraba mucha alegría y mucho amor. Se ha casado nuestra hija Rocío, y para nosotros ha sido una confirmación más de que Dios es fiel. Independientemente de que lo hayamos hecho mejor o peor con cada uno de nuestros hijos, Él está ahí, siempre está ahí para sanar y recrear aquello que está herido o dañado. Y eso es una pasada.
Me tocó especialmente el corazón un regalo que nos dio Rocío el día de su boda: un cuadro con unas palabras que para mí fueron bálsamo. Entre otras cosas decía: "Gracias por enseñarme el verdadero significado de la familia y por todos los sacrificios y enseñanzas que han hecho que hoy sea quien soy. Os debo todo".
"El verdadero significado de la familia". ¿Qué más puedo pedir que el hecho de que nuestra hija haya aprendido a "ser" familia? Muchas personas se acercaron ese día a felicitarnos por nuestros nueve hijos. No hemos sido nosotros, las gracias a Él, que es quien nos sostiene, nos cura y nos restaura.
Postdata: Hubo muchos detalles de amor, como esta canción con la letra inventada por todos sus hermanos.
Otros posts: Tres segundos de cielo en la tierra
Comentarios
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario, nos enriquece a todos