Bájate de la cruz


Hace ya tiempo, una amiga mía, me comentaba un tanto sorprendida,
cómo su hija de seis años se había quedado impresionada al ver un Cristo,
de tamaño natural, que colgado del madero, presidía la iglesia en la que entraron.
Clara, que así se llama la niña, increpó a su madre:

-mamá, qué hace ahí ese hombre... porqué está clavado...

que le bajen de ahí.

La madre, según me comentó, aprovechó la oportunidad para hablarle casi
por primera vez, de quien era Jesús, cómo había muerto, porqué había muerto,
qué hacía una figura de madera, - no real-, allí clavada.

Me he acordado de esta anécdota, a raíz de la polémica que se ha montado entorno
a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, dando la razón a una madre de origen
finlandés, que denunció a un colegio público italiano,
por tener en las paredes de sus aulas, crucifijos.

Y es que, es verdad, la cruz impresiona. Impresiona siempre.
Por eso tratamos de huir de ella continuamente.
A nadie le gusta abrazar su cruz.
No es un plato apetecible.
No está en nuestras fuerzas subirnos
a la cruz.
Sólo Cristo subió a la cruz voluntariamente:

"Nadie me quita la vida. Soy yo quien la doy".

Nunca se me olvidará cuando tocando la roca, donde estuvo
clavada esa cruz,
en Jerusalem,
en la basílica,
le dije, con toda la humildad de la que fui capaz,
"Señor mío, y Dios mío".

Para mí fue un momento único. Entonces se paró el tiempo. La cruz
ahí adquirió todo su sentido.

Quizás todos estos que quieren quitar la cruz de las aulas, desconocen
el significado profundo que tiene la cruz -con Cristo en ella-,
porque una cruz vacía, sin El, no tiene sentido.

Yo abrazo mi cruz cuando me niego a mí misma,
cuando cargo con las debilidades de los otros,
cuando no me quejo.

Cuando llevo con paz mi soledad,
o mis miedos, o mis frustraciones...
cuando llevo con paz las salidas de tono de mi marido,
o sus gritos cuando me salto una desviación
-que había que coger, para ir a tal o cual sitio-
en carretera...
o cuando sufro con buen ánimo las injusticias,
las murmuraciones, de algún familiar cercano,
o cuando aupada por el Espíritu santo,
soy capaz de no contestar de mala manera a alguno de mis hijos
mayores, inmersos de pleno en la adolescencia,
y logro "mantener el tipo"
y solventar el problema, con sosiego y sin perder los papeles.

Esto, para mí, es abrazar la cruz, mi cruz,
la que me llevará al cielo. La que me dará la llave para
estar en su Presencia. Alabándole y amándole eternamente.

Esa cruz que para mucha gente quizá ha perdido su significado,
o quizá
nunca lo ha tenido, porque nadie les ha explicado
que la Persona
que murió en esa cruz, dio su vida voluntariamente
por cada uno de los que formamos la humanidad,
religiosos y ateos,
abortistas, o terroristas,
cristianos, musulmanes, budistas,
homosexuales, drogadictos, pederastas
da igual...
Jesucristo ha dado la vida por cada uno de nosotros.
Para que todos tengamos
Vida, y Vida abundante.

"Nadie me quita la vida, soy yo quien la doy".

Y si me apuráis, llegado el caso, también cada uno de nosotros,
los que Le seguimos,
habremos de dar la vida, cuando nuestro vecino,
plenamente convencido de hacer algo bueno, nos denuncie
por homófobos (decir que las relaciones sexuales entre
personas del mismo sexo son contrarias a lo que Dios
ha previsto, como lo mejor, para cada uno de nosotros, eso,
es ser "homófobo"),
o por insolidarios y egoístas,
por tener nueve hijos
(estando el mundo al límite de sus posibilidades económicas -mentira-)
o por defender que a mis hijos los educo yo,
y no el Estado,
o por negarme a dispensar la píldora del día después,
o por negarme a participar en la consecución de un aborto...
o vete a saber porqué,
porque a fin de cuentas, de lo que se trata es de que Uno,
que te ama más que nadie,
ha dado su vida por ti...

y en vez de aceptar el regalo, el inmenso regalo de vernos
reconstituidos en nuestra condición de
hijos de Dios, nos dedicamos a despreciarle de nuevo,
y a decir, igual que en otro tiempo:
"bájate de la cruz, si eres el Hijo de Dios".

Comentarios

  1. Decía Cristo: "Quien quiera ser discípulo mío, niéguese a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga"... Pero qué difícil es negarse a uno mismo y cargar con nuestra cruz.

    La realidad es que la felicidad está en la donación, en la trascendencia del yo en el tú, en el verdadero amor, en el amor en la dimensión de la cruz, con tu mujer, con tus hijos, con tus hermanos, con tus compañeros, incluso con tu jefe (espero que no lo lea je je...)

    Pero qué difícil, por lo menos para mí. Y la verdad es que si no es así, se sufre. Sufrimos porque no amamos como Cristo, porque somos esclavos de nosotros mismos poniéndonos en el lugar de Dios, cuando Dios se muestra en la Cruz por amor, que es la verdadera imagen del hombre libre de la esclavitud del ego. (Perdonadme la chapa, que cuando me enrollo…).

    ResponderEliminar
  2. Seguir a Cristo es difícil, pero que triste es la vida de tanta gente que lo tiene todo menos a Cristo.

    Dinero, coches, viajes, buenas casas, todo eso no es nada sin Cristo. Si no tenemos a Cristo no tenemos nada, no somos nada, sólo materia que se revuelca en la materia.

    ResponderEliminar
  3. ¡Cuántas veces la Cruz que veo desde mi puesto de trabajo me ha ayudado a seguir, a aguantar al que tenía enfrente!.
    En fin, este nmundo está loco.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. La cruz es símbolo de amor,entrega y perdón.
    Los que desean arrinconarla y hacerla desparecer son los mismos que están entregados a la ingenieria social.

    ResponderEliminar
  5. Lo que he querido decir con este post es que quien no tiene presente, para su vida, lo que significa la cruz de Cristo, y que esa cruz salva, te salva, te ayuda, te dignifica como persona,
    quien no tiene esto presente,
    está bastante perdido.
    No sabe por dónde anda, la vida se le
    hará, en algunos momentos, insoportable,porque le falta lo
    fundamental, ver su cruz CON CRISTO,desde Cristo, en Cristo...
    por eso no entiendo a aquellos que quieren quitar la cruz de todos los lugares públicos,
    porque la cruz de Cristo
    da esperanza,ayuda, dignifica a la persona.
    Yo soy peor que tú Nito, enrollándome. SAludos a todos, Nito, Juanjo, MªJesús, Natalia.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Victoria por poner al servicio de otros tu forma de escribir. me llega bastante lo poco que he leído de tu blog (por falta de tiempo), pero buscando otro tema, encontré este de la cruz. Me ayuda!! Ojalá escribieras en redcamino o compartieras algunos de tus artículos también por allá. A veces se nos olvida o no tenemos teimpo de mirar muchas cosas a la vez. Ciao hna y paz!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario, nos enriquece a todos

Entradas populares de este blog

Una rara avis

La conversión de Narciso Yepes