De peregrinación por la Tierra Media: El Camino del Anillo en España

 
Entrevista a Pablo Martínez de Anguita, director de la Fundación
 Laudato Si

 



¿Será posible que la Tierra Media, ideada por J.R.R.Tolkien pueda cobrar vida entre los parajes de la Sierra Norte de Madrid? ¿Podríamos encontrar casas hobbit en el Molar, o contemplar la pradera de Bilbo Bolsón en El Berrueco? ¿Quizás cabría en nuestra imaginación que a 70 kilómetros de Madrid, nos daríamos de bruces con la ciudad amurallada de Bree, cuando divisamos Buitrago de Lozoya? Pues sí, todo esto y otros tantos lugares tolkianos podemos disfrutarlos ya, gracias a unos cuántos intrépidos que vieron la conexión entre El Señor de los anillos y la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.




Hablamos con  Pablo Martínez de Anguita, Director de la Fundación Laudato Si, encargada de poner en marcha y gestionar El Camino del Anillo, inaugurado hace dos años por monseñor Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, en la Sierra Norte de Madrid.

P. ¿Cómo surgió esta genialidad de unir el mensaje Tolkiano con la Sierra de Madrid?

R. Fueron dos amigos, Gonzalo Fernández Amago y Gema Álvarez, Agentes de protección civil en la Sierra Norte de Madrid quienes, a la salida de un cine, después de ver El Señor de los anillos, el uno le dice a la otra: “Oye, ¿esta película se ha rodado aquí, en la Sierra Norte, no?”. “Está rodada en Nueva Zelanda”, le dice ella. Los parecidos con lugares concretos de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón eran estremecedores. “No puede ser… pero si el abismo de Helm está en Pontón de la Oliva…las chimeneas de las Hadas en Patones… Si parece que paseo por el Hayedo de Montejo cuando veo los Montes Élficos”, el agente forestal no salía de su asombro.




 Pasado un tiempo, coincidimos en un Congreso, yo había sido profesor en la Universidad de Oxford y había estudiado de cerca el legado filosófico, cristiano y antropológico de la obra de Tolkien. Y al hablar con ellos, la idea me fascinó. Durante tres años, con un  grupo de amigos recorrimos alrededor de 600 kilómetros de la sierra norte buscando senderos y pergeñando una ruta en la que los peregrinos pudieran asombrarse del parecido con la Tierra Media. Fue más adelante, cuando nos dimos cuenta de que, además del parecido paisajístico, también podía darse, igual que le pasó a Frodo, un itinerario espiritual de crecimiento. Es decir, el Camino del Anillo tenía un contenido espiritual y educativo muy grande, y por ello lo pusimos en manos de la Iglesia. Así nació la Fundación Laudato Si.









P. ¿Qué esperáis del Camino del anillo? ¿Cuál es vuestro objetivo primordial?

R. Tenemos dos objetivos claros. En primer lugar, lo que pretendemos es que a través de la belleza de la naturaleza, la persona tenga un encuentro con el Fuego Secreto que late en la naturaleza y en nuestro corazón… es lo que los cristianos llaman el Espíritu Santo, y que Tolkien nombra  como Fuego Secreto. Él es el que nos ayuda a enamorarnos de la vida y a hacer comunidad. Así, este Camino del anillo facilita que las personas se conozcan, formen comunidad, se dejen seducir por la belleza del mundo y de Dios, y sigan su camino. De alguna manera, aspiramos a que se fortalezcan esos grupos parroquiales, de colegio, de amigos, de familia, que vienen en búsqueda de la belleza”. Y en segundo lugar, cuando este camino vaya creciendo, personalmente tengo mucho interés en que sea también una herramienta para sacar niños de ciudad al campo. Hay muchos barrios de las periferias de Madrid donde, a lo sumo, en verano, los niños se apuntan a un campamento urbano… pero no han visto cosas bellas y grandes, y eso es algo importante para crecer como persona, ver cosas hermosas te abre la posibilidad de que puedas aspirar a algo bello y grande”.


P. Me interesa mucho la parte espiritual del Camino del Anillo. ¿Cómo es ese camino interior que vosotros proponéis?

 


R.
Este viaje interior semejante al que hizo Frodo, consta de 7 pasos, explicitados en la Guía del Peregrino: En el primer paso el peregrino se percata de que este mundo es un regalo, una maravilla, un don que hay que agradecer y que invita a salir de ti mismo. El segundo paso o segundo día de peregrinación consiste en subir a la Cima de los Vientos y cerciorarse de que el mal existe .Entras en un búnker de la guerra civil y constatas que, o matabas o te mataban. En el tercer día el peregrino rememora el Concilio de Rivendel: “Yo llevaré el anillo”, dice Frodo, o lo que es lo mismo, yo intentaré hacerlo bien aunque no sé cómo.

Durante el cuarto día surge la aventura: Desear hacer las cosas bien en la vida es una aventura porque no sabes adónde te va a llevar. Pero el quinto día descubres que no estás solo, que esa aventura se vive en una compañía, junto a otras personas; un amigo es quien quiere tu buen destino, parafraseando a Tolkien. Al sexto día se invita al peregrino a descubrir su vocación, a eso a lo que está llamado… mi corazón está inquieto hasta que descanse en Ti, dirá san Agustín. Y el séptimo día, tras el descubrimiento de la vocación, aparecerá el Fuego Secreto. Ese fuego es Alguien que quiere estar en ti y contigo. Esto, en definitiva, es un camino espiritual en términos tolkianos, sin hablar de Dios explícitamente.

 

P. Al final, de alguna forma, ¿se llega al descubrimiento de Dios, o se queda uno a la puerta?


R. Eso depende de cada cual, lo que pase entre Dios y cada persona queda en la intimidad. Al peregrino se le da la Guía del peregrino que es básica para caminar y muy tolkiana, luego, si alguien quiere profundizar más en la fe, hay a su disposición unos audios para cada día del Camino, duran 40 minutos cada uno y se pueden ir oyendo mientras caminas, como hay mucho
tiempo para caminar puedes ir escuchando… y ahí, cada uno descubrirá lo que tenga que descubrir.

 

P. Una persona que  no tenga fe ¿puede hacer este Camino?

 

R. Precisamente lo bonito de la obra de Tolkien es que él, siendo un hombre de fe, no utiliza nada del evangelio en sus obras, salvo en forma mito-poética. Hay mucha gente que hace el Camino del anillo porque le gusta Tolkien, y no tiene por qué saber lo que significa el anillo para Tolkien -que significa el mal, y el mal en el cristianismo lo llamamos el pecado original-. Pero, incluso esas personas que vienen sin fe, se conmueven al final del Camino. Yo los he visto llorar como niños a los pies de la cruz, es decir, algo sucede y algo se llevan. Pero no tienen por qué ser cristianos ni mucho menos, pueden ser lo que sean… Es igual que si haces el camino de Santiago, tu motivación primera puede ser hacer deporte, encontrarte con el Apóstol, lo que tú quieras. Yo creo que lo que importa no es lo que buscas, sino lo que encuentras. El Camino del Anillo puede llevar a Dios de muchas formas, y a muchas personas que no lo esperaban.




 

P. ¿Hace falta ver la película El camino del anillo, antes de hacer el camino?

R.  Quien no sepa nada del Señor de los anillos es altamente recomendable que vea la trilogía, y si en el Camino del anillo quiere profundizar en aspectos de fe, yo le recomiendo que lea –previo a hacer el camino- algún libro sobre la espiritualidad de Tolkien. Para entender mejor la obra de Tolkien desde una perspectiva cristiana, recomiendo vivamente dos libros: El fuego secreto de Stratford Caldecotty  y Un camino inesperado de Diego Blanco, los dos publicados por Ediciones Encuentro. Si el futuro peregrino parte de cero, puede empezar leyendo El Señor de los Anillos, pero si quiere una experiencia de fe partiendo de cero, hay que mirar ambas cosas: la obra de Tolkien (se pueden ver las películas) y además, algún librito sobre su significado.

 

P. Después de dos años de la puesta en marcha del Camino del anillo, ¿podéis hablar ya de resultados o de objetivos cumplidos? ¿Cuál es vuestra experiencia?

 

R. Bueno, el Camino del anillo existe, la gente lo recorre, para todo el mundo ha sido una experiencia estupenda, al menos eso dicen en las encuestas que les hacemos cuando acaba la peregrinación (risas). Hemos tenido gente de España y de fuera de España; a través de la Fundación Laudato Si hemos servido a algo más de 100 peregrinos obviando el tiempo de pandemia. Además, hay gente que peregrina por su cuenta, y de esos no tenemos datos, y nos alegra que lo hagan por su cuenta… Digamos que el primer objetivo, que era que el camino estuviera creado y funcionara, está logrado; ahora hace falta que se popularice, que nuestra  infraestructura, nuestros servicios sean cada vez más completos, y que podamos sostenerlo en el tiempo.

 

P. Hablemos de la parte práctica del Camino del Anillo. La revista National Geographic en su edición de verano de 2021 recomendaba dos destinos turísticos en España, y uno de ellos era El Camino del Anillo. ¿Qué se nos ofrece exactamente?






R. Se trata de un itinerario físico y espiritual de ocho días. El Camino del Anillo recorre 128 kilómetros, divididos en 8 etapas de unos 20 kilómetros cada una, atraviesa parajes como El Berrueco, El Atazar, Buitrago de Lozoya, Torrelaguna, Manjirón, Montejo de la Sierra, etc. Y para estas etapas el peregrino dispone de una guía, así como –si lo desea- de unos audios que le introducirán en ese viaje espiritual tolkiano, paralelo al itinerario físico recorrido. El final del Camino del Anillo consiste en deshacerse de ese anillo que atenaza el espíritu y del que, quizás, no se era consciente antes de ponerse en marcha.

 

CUESTIONES PRÁCTICAS

 

Inicialmente el Camino del Anillo se pensó para ser ofrecido a parroquias, a jóvenes a partir de los 14 años, pero lo han empezado a solicitar familias con niños, colegios, congregaciones, grupos variados.  Así que –dice Martínez de Anguita- “hemos intentado adaptar el camino a las personas”. De esta forma, ha surgido una modalidad de fin de semana, o de un día durante siete u ocho meses, etc. de modo que uno puede hacer el camino del anillo adaptado a sus posibilidades y a sus necesidades. El número máximo por grupo es de 18 personas, esta es la capacidad máxima del albergue, pero si son más personas, también se puede organizar yendo a dormir siempre al mismo sitio, utilizando autobuses para el traslado. Cuando se trata de grupos organizados de parroquias, para el recorrido de 8 días, el precio máximo es 450 euros, todo incluido, es decir, con todas las comidas y alojamientos. Pero si lo único que necesitas es el alojamiento, y tienes tu propio coche-escoba, entonces el precio se reduciría a 200 euros; si eres menor de 25 años y vas con tu familia, tienes un 25% de descuento, en ese recorrido de 8 días.

Para cualquier información, contactar con elcaminodelanillo.es

Teléf. wasap y Reservas: +34 686 927 413


Autor: Victoria Luque

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