ORACIÓN POR UNA HIJA QUE SUFRE

 

oración de una madre


Señor, yo sólo quiero que de toda esta situación puedas sacar certeza

-para cada uno de los de mi familia-,

de que Tú estás vivo y resucitado.

Tú eres Dios, y tienes todo poder



Abájate y ven a salvarnos



Sólo quiero que si un día mi hija tiene que dar respuesta de su fe,

Ella, levantándose y con voz firme,

proclame que estaba perdida, que su vida no tenía sentido, que estaba en las garras de la muerte


pero te manifestaste a ella y le diste la paz,

la alegría del corazón, el sentido al sinsentido...

Eso es lo que quiero, Señor,

y tú eres Dios de vivos, no de muertos.




Despierta tu poder y ven a salvarnos



Entonces esta navidad cobrará sentido, será Dios con nosotros.

Como un sello en su corazón,

que esta situación de desasosiego interior, de incertidumbre,

de soledad, de pena profunda,

sea el inicio de tu mirada sobre ella.

Ven, despliega tu poder y sálvala





Sal fiador por ella, Jesús,

entregaste hasta la última gota de tu sangre por mi hija,

intercede ante el Padre, tócala, mírala, que ella pueda experimentar que es amada,

profundamente amada por ti. Señor mío y Dios mío.



Mis hijos son tus ovejas, ofrendados a ti desde su nacimiento,

ofrendados a ti en cada eucaristía,

sal fiador por ellos, Señor, tú que eres fiel, rescátalos de una mano más fuerte.

Ten misericordia y danos tu salvación.

Señor mío y Dios mío


Padre, nos hiciste una promesa,

le hiciste una promesa, una alianza de amor, a ella y a toda mi familia.

Manifiesta tu poder, y ven a salvarnos.

Señor, ten compasión. No somos nada, sin ti no somos nada.

Pero necesitamos verte, experimentarte, conocerte profundamente,

saber que no estamos solos, que no somos huérfanos, que te ocupas de tus hijos...

Señor, despliega tu poder y ven a salvarnos



¿Cómo quieres que entregue su vida por el evangelio, si tú no la
rescatas

de la muerte más profunda?

Señor, compadécete y rescátala.

Manifiesta tu poder, y ven a salvarla


Están ofrendados a ti, son hijos tuyos, ovejas de tu rebaño.



Líbralos de las arpías, líbralos del Maligno,

y condúcelos a pastos frescos donde puedan solazarse y descansar.

Regálales el don de la fe, la alegría de la salvación... regálales una comunidad.

Cúbrelos con tu poder para que puedan un día declararse por ti.

Señor mío y Dios mío. Despierta tu poder y ven a salvarnos



Madre, como cuando era pequeña,

cúbrela bajo tu manto.
                              El está detrás

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