En un pueblecito de 100 habitantes

En un pueblecito de 100 habitantes


Estoy plantada frente al ordenador, y no me resisto a subir unas cuantas fotos...
de nuestras vacaciones. Este año han sido un tanto diferentes.
Han faltado los abuelos (mis padres)y los tíos solteros (mis hermanos).
Les hemos echado de menos, sobre todo a la hora de las partiditas de dominó
-que este año han brillado por su ausencia- y de los saraos
(guitarrita en mano) a la luz de la luna.

Ni que decir tiene que cada familia tiene sus "tradiciones",
recuerdo que cuando nos reunimos hace escasamente dos meses para
celebrar la comunión de una sobrina nuestra, la familia "política" nos
deleitó con teatro. Cierto.

El abuelo -en la sobremesa- empezó a declamar sainetes,

cortes de obras clásicas,
que, nos parecieron una delicia.

Nosotros somos más de palmas y cante. Y montamos cada una que paqué...
Este año han faltado dos cantaores, y eso se nota. Pero bueno, la novedad
han sido unas sesiones de cine casero, fabulosas... resulta que la casa
tenía un proyector de cine, y una pantalla de esas que se desenrollan y
ocupan toda la pared... hemos visto más cine en quince días,
que en varios años juntos.


A propósito, hemos estado en un pueblecito de Burgos,
de unos cien habitantes. Una gozada.

En plena naturaleza, y en una casa extraordinaria. Nazareth decía:
"Le pondría un 10, si tuviera piscina". Lo cierto es que no hacía falta, porque
aunque de día hacía calor, no apetecía bañarse... algún día más caluroso
enchufamos la manguera...
de noche dormíamos con manta.

Incluso hubo dos noches que encendí la calefacción.

Vacaciones en familia
Por otro lado, al poco de llegar a Burgos, tuve una experiencia

que me hizo pensar...

como vamos siempre con los niños por delante, es inevitable que

salga la conversación sobre si son todos nuestros,

sobre el número de hijos que cada quien ha tenido...



Y en éstas estábamos cuando una señora cubana, que servía en un bar

próximo a donde estábamos alojados, me comentó, sin ningún tipo de pudor

que ella había abortado cuatro veces...


-Esto mismo que ahora se quiere implantar en España,

ya se hacía en mi país cuando yo vivía allí.

Yo sólo he tenido un hijo, que ya es mayor...

a los otros, los abortaba al poco tiempo de quedarme embarazada.



-¿Y nunca te ha dado pena, lo que hiciste?



-No, porque no podía tenerlos. Los cubanos son muy golfos...

yo di con hombres que no eran responsables. Mi madre tuvo ocho hijos,

y sufrió mucho con mi padre. Yo no quería pasar por eso.


Después, en casa, pensándolo detenidamente, veía, por un lado,

que no podía juzgar a esta mujer, porque yo no estaba en su situación...

y por otro, me acordaba de esos niños no nacidos,

precisamente porque el acto de responsabilidad tendría que

haberse dado antes -no acostándose con el "golfo"-

y no después, silenciando unas vidas.







En fin, hemos hecho excursiones por los pueblos de los alrededores, senderismo, hemos visto ermitas, castillos, playas... hemos subido en barco, y hemos comido

y dormido a placer. Venimos oxigenados y las pequeñas,
sobre todo Judith y Almudena, traen un colorcito estupendo.


Las niñas han disfrutado, entre otras cosas, con "Comanche",

un caballo que había allí cerca, al que han dado de comer,
y que rebautizaron, pues en realidad se llamaba "Moro".




Yo he comprobado que soy una desagradecida, y una envidiosa,
me encantaría tener la casa de la que hemos disfrutado...
durante todo el año.
Vuelvo y comparo, y caigo en la desesperación...
que si aquí no cabemos, que si tuvieramos una casa como aquella

habría que recoger menos, limpiar menos,
se oirían menos los gritos de los niños... etc,
en fin, que estoy hecha de barro.


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Comentarios

  1. No entiendo bien ¿has estado en Burgos o en la playa? Sea como sea, gracias a Dios , has disfrutado.
    Una pena lo que cuentas de la sra cubana.
    De barro no estas hecha, de carne, que a todos nos gusta lo mejor, el mérito está en contentarse con lo bueno.

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  2. luque1965@gmail.com10 de agosto de 2009, 7:21

    Jajaja... es verdad, que todos sepamos, Burgos no tiene playa... te explico, es que nos acercamos a Laredo y a Santander, que ahí sí que hay playa... (lo del barco fue una vueltecita por la bahía de Santander), y sí, lo difícil es aceptar la realidad y contentarse con lo que uno tiene (que no es poco). Besos.

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  3. Esto sí que es un lugar precioso. No envidio para nada a los que se van fuera de este precioso país. Felicidades

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  4. Hola Victoria. ¡Qué gozada que aún vayáis de veraneo con todos vuestros hijos! No me extraña que en la España de hoy eso de lugar a preguntas y curiosidad. Sois un testimonio andante.

    ¡Qué pena la anécdota que cuentas de la mujer cubana! Es comprensible que una mujer pueda verse en dificultades a la hora de tener un hijo, si no tiene una pareja estable, apoyo familiar, etc. Pero qué triste resulta que al cabo de los años no sea capaz de calibrar su propia responsabilidad ante unos hechos tan dolorosos. Eso es lo malo del tema del aborto. Se trata con frivolidad y las mujeres llegan a pensar que es como quitarse una muela.

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  5. Querer tener algo no es envidia. Si lo es apúntame a mi también, te acompaño de envidiosa. Envidia sería si desearas que su dueño no tuviera esa casa. Así que sueña con una casa como esa, pero piensa también en las tuberías que se congelan por el invierno, en que cuando llegas no funciona la cisterna y la puerta ha cedido y con la humedad no cierra...
    Muchos besos

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  6. Hola Victoria, no he leido aun tus aventuras, pero queria dedirte que acabo de "robarte" un trozo de tus recuerdos sobre Juan Pablo II que has escrto en abril de este año, y lo he publicado en mi post de hoy por los 20 años de Monte del Gozo. Gracias:) y un abrazo.

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  7. Da gusto leerte siempre Vicky.

    Un beso muy grande.

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  8. Guerrera

    ¿ Pero.... no estás de vacaciones ?

    Anda, anda, chiquilla, vete corriendo a tu blog, que un tal Juanjo anda echándo borrones por todo tu pisito de soltera. Se ha vuelto loco y dice que yo soy la Santísima Trinidad. Jejeeeeeee, que bien lo estoy pasando..JAJAJAJAJA

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