La Belleza




Hay una anécdota que he contado alguna vez a mis hermanos de comunidad,
y que hoy quiero traer aquí, porque a mí, en su día,
aparte de hacerme "gracia", me ayudó a pensar...

Victoria debía tener unos cinco o seis años, y hubo un tiempo largo
en que cuando la abrazaba, o le daba un beso, siempre le decía...

-¿Y tú, por qué eres tan bonita?

ella, se me quedaba mirando, y no contestaba nada...
así que yo le daba la respuesta:

-"Porque Dios te ha hecho así".

A la niña aquello se le debío quedar grabado a su manera,
y un día, cuando
le pregunté, en medio del achuchón...

-¿Y tú, porqué eres tan bonita?

Ella, ni corta ni perezosa, me espetó, con una gran sonrisa:

-"Porque Dios me ha nacido".

Me acuerdo que entonces solté una enorme carcajada, pero luego,
pensándolo detenidamente, me he dado cuenta de que
esa frase de mi hija, tiene mucha "enjundia".

"Dios me ha nacido"...

Es verdad que cuando Dios Padre te nace,
te regala la belleza...
porque tú, yo, cualquiera que se deje hacer por El,
participa de Su Belleza.

Conozco a unas cuantas personas, a las que la paz y
la alegría que les brota por los ojos,
les hace hermosas...
y esa paz va intimamente ligada a haberse fiado de
Quien no defrauda. Ese descanso en el Señor de tu vida,
es el que da la belleza.

Y esto va más allá de ser guapo o estiloso,
es una belleza que nace del corazón,
que acoge, abraza, sirve...

Hace poco tuvimos una experiencia de este tipo.

Pasamos un dia en el campo con Enrique y Nuria y
sus diez hijos, no hicimos nada extraordinario...

si no se considera extraordinario compartir tu tiempo,
tus vivencias, tu alegría, tu fe... con unos -casi- desconocidos,
que eramos nosotros...

nos abrieron su vida, su casa, y nos sentimos acogidos...
cuando terminó el día me encontraba feliz,
porque sabía que había tocado la Belleza.


Esta belleza (fruto del amor de Dios) es la que no deja
indiferente a nadie,
y es la que cambia a las personas
que se dejan tocar por ella.

Creo firmemente que para tocar esa Belleza he de
dejarme empapar por Su Palabra, y además, comer
Su carne, y beber Su sangre. Hacerme una con El.

Pero volviendo a la Belleza de la Palabra,
dice la Escritura que es como espada afilada que cala
hasta lo más profundo...
en otro lugar, dice que la Palabra es como lluvia fina
que empapa
la tierra -yo- y no se vuelve de vacío,
sino que la fecunda...

Esto sólo quiero, Tu Palabra, tu Palabra en mis entrañas.

Realmente quien se asoma con temblor a la Palabra de
Dios, descubre una sabiduría inaudita... una Belleza
sobrecogedora.

Creo que esta Belleza es el Espíritu Santo, derramado...

Es lo que dice San Pablo, el Espíritu del Señor, ratifica a mi
espíritu, que Cristo, el crucificado, es la Verdad...

es decir, que se puede pasar por la cruz
con paz.
Que el sufrimiento no te mata... te doblega, sí,
te hace mirar hacia Arriba...
pero lo que realmente te mata es el pecado.
Ese es el que te quita, me quita, la belleza...


Postdata: Ya sé que esta palabra "pecado" no tiene buena audiencia,
sin embargo el pecado no es más que la ausencia de Dios en mi vida.
La ausencia de la Belleza.
La ausencia del sentido profundo de mi historia,
el desconocimiento de que la muerte ya ha sido vencida.

Ánimo, que la Belleza, que es Cristo, está resucitado.
Y nosotros también resucitaremos.

Comentarios

  1. Decía Dostotevski en su novela "El Idiota", que sería la belleza la que salvaría al mundo. Se pregunta: "pero, ¿quién es la belleza?". Él mismo contesta "la belleza es nuestro Señor Jesucristo". La belleza absoluta es Cristo, el único que salva de verdad, porque Él es La Verdad.

    Muy bueno el post, Victoria

    ResponderEliminar
  2. Dostoyevski, que no Dostotevski. (El teclado...)

    ResponderEliminar
  3. Victoria espero que, aunque a veces tardes, jamás dejes de escribir porque todo lo que te sopla el Espíritu Santo es un BELLEZÓN.

    Gracias. Muchos besos.

    ResponderEliminar
  4. Hola Victoria, yo me uno al comentario de Guerrera...sigue compartiendo! me gusta mucho tu blog. Gracias, Ale

    ResponderEliminar
  5. Nito, Guerrera, Ale, gracias por darme ánimos. No es que esté desalentada, es que a veces, ya no sé de qué escribir... y para decir tonterías, siempre hay tiempo,¿nO?
    Pero se agradecen vuestras palabras, y vuestra fidelidad. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  6. La Paz contigo Victoria, suelo leer tus entradas y siempre me llegan porque las escribes desde tu experiencia de vida, vida que habla mucho de la presencia de Dios en ti y en tu familia, sigue escribiendo que a muchos nos hace bien y nos abre los ojos. Bendiciones para ti y tu familia y que la belleza de Dios siempre te rodee.

    ResponderEliminar
  7. El sufrimiento embellece las almas, lo dice Jesús: "Cuando sea levantado sobre lo alto ATRAERÉ a todos hacia mí". Las almas que han sufrido son las más atractivas y las que tienen más sentido del humor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario, nos enriquece a todos

Entradas populares de este blog

Una rara avis

La conversión de Narciso Yepes