Microrelato: La perfecta vecina

 


las apariencias engañan

“Le dio la idea de embadurnar con aceite los escalones, sí, eso hizo el muy ladino” -explicó la vecina a su amiga con aires de sabelotodo-. 

“Le comió el tarro a su pobre hermano discapacitado. ¿Y después? Nada, esperó pacientemente a que la abuelita bajara… Un demonio, el nieto mayor: Rotura de cadera y contusiones múltiples. Como le dije a la policía, seguro que por la herencia. Entre nosotras, la abuela era un bicho. Ya se lo han llevado detenido”.

 La vecina cerró la puerta y entró en su casa. El fontanero desde la cocina, sudaba sangre. Entre los botes, debajo del fregadero chorreaba un frasco de aceite lubricante multiuso.



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El está detrás


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