Mis queridos ateos

Autobús ateo


Bueno, la verdad es que no sé muy bien qué deciros, mis queridos ateíllos,
me habéis dejado un poco intrigada con la que habéis organizado en Barcelona.
¿Quién os manda meteros en semejante berengenal?
!Con lo bien que estábais con vuestra vida alegre y divertida!

La verdad, es que cada vez que lo pienso, me acongojo más...
A ver, ¿Es que sois tan solidarios, que no podéis pasar sin mostrar al mundo,
lo bien que se está sin creer en nada?

Acaso es que os dan pena, pobrecitos, tantos iluminados que últimamente
salen de sus madrigueras, hablando de un Dios que no existe, destrozados,
en su más íntimo ser, por las coyundas eclesiales, sin poder darse un respiro,
echar una canita al aire...

Quizás es que vais de salvadores de la humanidad, o simplemente de ilustrados,
grandes conocedores de la urdimbre del Universo... dotados de un especial talento
-no se sabe muy bien por Quién otorgado-
para atisbar el engaño, la hipocresía, el hedor burgués...

Me encanta.
Queridos ateíllos, qué flaco favor os estáis haciendo a vosotros mismos.

Yo, de principio, hubiera hecho una campaña, pero del tenor siguiente:

DIOS EXISTE, DEJA DE PREOCUPARTE
Y DISFRUTA DE LA VIDA.

Porque me da la impresión de que los preocupados, sufridos y malheridos
por la vida sois vosotros. Yo disfruto muchísimo de cada momento, de cada día...
lo vivo como si fuera el último, precisamente porque le he encontrado
a esta existencia, su sentido verdadero. Entregándome, y amando,
porque he recibido mucho de mi Padre Dios, y en la medida de mis posibilidades,
trato de corresponderle.

Nadie os odia, los cristianos -al menos los que queremos seguir a Cristo,
con una mínima coherencia- no os buscamos las cosquillas,
en todo caso, nos dais una cierta "pena". Lo digo sin acritú.

Mirad, la vida sin Dios, es un clínex. Ni más, ni menos. Usar y tirar.

Yo estuve así un tiempo, gracias a Dios (a ese Dios en el que no creéis), no fue mucho.
Pero lo suficiente para ver el absurdo, el sinsentido, la banalidad de una vida
que hoy es, y mañana ya no es.

Por cierto, nosotros, los cristianos, cogemos la vida en peso, todos los días...
no es que queramos evadirnos de la realidad, ni muchísimo menos. Sólo que Dios está
con nosotros. Esta perspectiva es la que a vosotros os falta: la de la esperanza.

Y una vida sin esperanza, es un fracaso.
Con el sufrimiento que esto implica. Sacar el día a día en tus propias fuerzas,
es complicado, yo diría que agotador.

Mecerse en los brazos del Padre, es otra cosa... ni comparación.

Ya sé que la fe es un don, un regalo, que uno no siempre la tiene a antojo,
sin embargo, existen indicios evidentes de la presencia de Dios en el mundo, en el cosmos,
en cada vida en particular...
sólo hay que tener los ojos del corazón bien abiertos para verlos.

Y esto sí que se puede pedir. La Fe.
Gritadle, si acaso estuviere sordo, que no lo está.
Gritadle con fuerza, como el ciego aquel del evangelio, que al paso de Cristo Jesús,
gritaba, se desgañitaba, diciéndole: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí...

Y Jesucristo, volviéndose, le pregunta:
"¿Qué quieres que te haga?"
-"Señor, que vea".

Y se le entreabrieron los ojos, y daba saltos de alegría
aquel que en otro tiempo fue ciego de nacimiento.

Sabéis, porque vosotros lo sabéis todo, que Cristo puso barro en los ojos de aquel ciego,
y que ese barro era toda su vida anterior, toda su podredumbre espiritual, sus miserias,
todo lo que le impedía amar, verdaderamente,
y que tras reconocer su limitación, su ceguera... este ciego se lavó.
Entró en las aguas, y sanó.

Queridos ateíllos, yo sé que no sois felices, por mucho que lo intentéis disimular...
habéis sido creados para amar en plenitud, y eso es imposible -os lo digo yo,
que sé de lo que hablo- si Dios Padre no os baña con su Espíritu.

Así que, no os empecinéis. Total, tarde o temprano, caeréis en la cuenta de que habéis sido creados para algo más que para comer, beber, divertirse, y trabajar.

Ese Padre en el que no creéis os lleva tatuados en la palma de sus manos,
sois preciosos a sus ojos, únicos.
Y ese Hijo, en el que no creéis, ha dado hasta la última gota de su sangre
por cada uno de vosotros -y de nosotros, claro-. Para que tengamos Vida, y vida abundante.

¿Podéis amar vosotros así? Yo, sin su Espíritu, no.

Con Dios.

Otros posts: Dar el salto: los hijos son un don

Comentarios

  1. Querida Victoria, yo soy nada sin Dios y de veras que lo reconozco, creo que doy más ahora e incluso más productiva trabajando con Dios (como a algunos les interesa esa parte) lo que me impresiona de allá (a cá todavía no salen con esa) es que a veces son más fanáticos los ateos que los creyentes, aunque ningún fanatismo es bueno. te mando un abrazo y besoosss para todos esos niños preciosos que tienes, Gloria

    ResponderEliminar
  2. Lo que me intriga por qué dice "probablemente" , podría decir que no existe y punto. es raro.xxGloria

    ResponderEliminar
  3. Victoria gracias por pasarte por mi blog, Veo que tienes una familia numerosa y el Señor te bendice con su amor. Recibe un fuete abrazo, la paz sea contigo.

    ResponderEliminar
  4. Me recuerda a una amiga que un día me dijo el día que hagas "esto..." serás tan feliz como yo. Miré a mi amiga y sonreí porque es amiga mía y deseo para ella que deje de buscar la diversión y realmente de una oportunidad a la felicidad. Uno de los problemas de los ateos es que al prescindir de Dios se quedan sin la luz interior que les ilumine y solo si permiten que alguien de fuera les ayude pueden salir de la oscuridad.
    Un beso
    María Jesús

    ResponderEliminar
  5. Un gran post.
    Yo creo que a esta pobre hay que ignorarlos, "ladran Sancho,luego cabalgamos"

    ResponderEliminar
  6. Hola Victoria, gracias por tu visita a mi blog.
    Te felicito por este post, me gusta como trataste el tema, la idea no es que los ateos sientan agredidos, sino que vuelvan al Padre, lo descubran, y llene sus vidas de un sentido hondo y verdadero.
    Gracias por este espacio.

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena por ese art´´iculo en Alfa y Omega!!!!!!!!!!!! Un abrazo, y me alegro de haberte conocido

    ResponderEliminar
  8. Este tipo de campañas terminan volviendose contra ellos..Gracias a Dios

    ResponderEliminar
  9. Yo creo que todos tenemos derecho a creer o no creer en algo.

    Estoy en total desacuerdo con esta campaña de los ateos, simplemente porque te dice lo que debes hacer.

    Lo mismo que hace la iglesia desde hace dos mil años.

    Si crées en Dios, te apoyo, y si no crees, también.

    Con lo que no estoy de acuerdo es con que me digas en lo que debo creer. Un cristiano o un ateo. Somos todos iguales.

    Otra cosa: tus palabras están llenas de odio, y no creo que tu Dios esté de acuerdo con eso.

    Saludos

    ResponderEliminar
  10. Yo no te odio Dino,al contrario, me gustaría que descubrieras lo que yo he descubierto.
    Que tienes un Padre que te ama muchísimo y que te lleva tatuado en las palmas de sus manos. Que ha enviado a su Hijo a esta tierra, tantas veces inhóspita, para que tengas Vida, y vida abundante.
    Que se puede ya disfrutar del cielo aquí en la tierra, gracias al amor de Cristo.
    Y que es una pena que te lo pierdas.
    Pero Dios nos ha hecho libres, ahí está Su grandeza. Tú puedes elegir el camino a seguir. Nadie coartará tu libertad.
    Así que mucho animo, Dios te quiere como eres.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Evidentemente no has pensado ni un segundo en lo que escribí ayer.

    Yo creo en Dios, pero no en el tuyo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  12. A mi no me dáis pena. Me da resquemor que penséis que por no creer en ese Ser seamos más ineptos socialmente y estémos todo el día "mal".

    Son Uds. los que creen que todo lo hace Dios.

    Me gusta hacer el amor con hombres y no soy prostituta, me gusta salir de marcha y beber alcohol y no soy una desentendida ni una bala perdida. Trabajo, me gano la vida, ayudo a mi familia y a la persona que más quiero en el mundo y lloro las pérdidas de mis seres queridos igual que vosotros, solo que yo lo achaco todo a la vida, y vosotros a Dios.

    Es la única diferencia.

    ResponderEliminar
  13. Misaoshi, sólo una cosa: ¿eres feliz?
    Yo estuve un tiempo largo así, con una vida en la que todo dependía de mis propias fuerzas, sin ver a Dios por ninguna parte, y la verdad, no fue la època más gratificante de mi vida. A veces conviene pararse un poco, y buscar el sentido de la propia existencia. Yo no me creo que haya llegado aquí, a la tierra, por casualidad, y que el deseo de amar que tengo en el corazón sea porque sí, y que nada tenga un sentido profundo.
    Hay por ahí muchos muertos en vida, que más que vivir, sobreviven. Yo te invitaría a buscar... Quien busca, encuentra, y al que llama se le abre, dice Cristo.
    No quiero cansarte más. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. No me cansas tranquila.

    Te admiro mucho, por tu familia, por tu ferviente creencia... pero soy incapaz de creer en algo que no se ve (ni lo puedo sentir, soy así, qué se le va a hacer).

    Y si llegué aquí fue gracias a un trabajo que me permite tiempo libre para conocer otras culturas, creencias y demás, y en serio, me alegro de haber llegado. Porque cuando dices Dios, lo traduzco a mi "idioma". Todo sería mejor si hubiera buenas personas por el mundo aunque no creamos en las mismas cosas ni tengamos los mismos intereses.

    Te sigo leyendo, aunque no estemos de acuerdo, es interesante. Se respira amor por aquí.

    Y sí, soy feliz. Con mi novio y mis gatos, el trabajo en el que estudio lo que me apetece y exploro el mundo vía internet, incluso lejos de mi familia (aunque en contacto), he encontrado mi verdadero yo.

    ResponderEliminar
  15. A mi no me parece que se respire amor aquí. "Mis queridos ateos" es una frase irónica, y en consecuencia, despectiva. Es evidente que los creyentes tienen una visión muy particular del mundo, y no estoy en contra ni a favor. ¿Por qué todo tiene que ser blanco o negro? Para quienes no lo sepan, o no lo quieran saber, el agnostico piensa que el ser humano aún no está capacitado para entender ciertas cuestiones relacionadas con la metafísica, lo paranormal, lo aún inexplicable. Un creyente le da una solución a ese dilema poniendo todas las respuestas (de forma muy simplista) en la existencia de un Dios. ¿Les parece tan simple todo?

    ResponderEliminar
  16. Anónimo, si llamo "queridos" a las personas ateas, no lo hago con sentido despectivo, me parecen tan respetables como cualquier persona creyente, les "quiero", les estimo, porque son hijos de Dios, igual que yo.
    Los que se llaman a sí mismos ateos y también los agnósticos, aún no se han encontrado con el sentido último de su existencia, aún no se han encontrado con Quien da la esperanza.
    Por otro lado, "Ese" (Cristo Jesús) que me da la esperanza, y la Vida, es quien me ha dicho qué hago yo aquí, porqué he nacido, qué sentido tiene mi vida... me ha dicho que no soy una casualidad cósmica, me ha dicho que Dios es mi Padre, que me ama, que me busca continuamente para darme de su Espíritu, para que mi vida sea ya plena aquí en la tierra, y después, en su presencia... que me ama en la dimensión de la cruz, que sólo seré feliz (y esto lo tengo más que comprobado) en la medida en que sea capaz de amar dándome, en esa misma dimensión...
    todo esto es una experiencia... mo es una visión simplista de la vida. Mucho ánimo, te animo a que busques sinceramente el por qué estas aquí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario, nos enriquece a todos

Entradas populares de este blog

Una rara avis

La conversión de Narciso Yepes