Está a la vuelta de la esquina

A más de uno le parecerá una exageración, pero no lo es. Que los cristianos seamos
perseguidos está a la vuelta de la esquina. Los acontecimientos se precipitan, es
cuestión de tiempo -no demasiado- que desde los gobiernos se prohíba dar a luz a
hijos con problemas, o a sindromes de down, es cuestión de tiempo -no mucho- que seas
perseguido por no abortar, por tener una familia numerosa (provocarás el "calentamiento"
del planeta), o por no permitir que desde el colegio se adoctrine a tus hijos...
es cuestión de no mucho tiempo.
Todo, por ser un pequeño, débil, rayo de luz, en medio de estas tinieblas.
Sin pretensiones de nada, simplemente siguiendo a Jesucristo,
verdadero camino de Vida.

"Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán.
Permaneced en mi Amor".

Lo que nos espera es lo que ocurre en este vídeo (o seguramente bastante más que esto),
porque a estos cristianos no les hicieron casi nada, porque estaban allí las cámaras
de televisión, que si no hubiera sido así, no sé...
Pero bueno, lo principal es que verdaderamente en nosotros se dé ese espíritu
del siervo de Yahvé, ese espíritu de Cristo crucificado,
que no se resiste al mal.

Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?


Comentarios

  1. La verdad es que estas feministas y los rojos que van con ellas merecen la condenación, y que ademas empiece en vida.

    Son miserables y deben pagar por su pecado. Quizá hayan sido víctimas del demonio, pero deberían de reflexionar y no ser tan ciegas y sordas.

    Efectivamente cuando Cristo vuelva no encontrará nada de Fe aqui en la tierra, sólo la de unos pocos. Mas bien encontrará odio, oposición y al 90% de la población poseída y hostil.

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  2. Hola Victoria, también lo he pensado muchas veces, que bien lo expresas. Siempre pienso que los cristianos de ahora tenemos que ser auténticos para cuando lleguen malos tiempos como los que comentas. Tenemos que luchar cada día en las pequeñas escaramuzas para poder vencer así en las batallas, para dar la cara por Jesucristo. Un saludo, Carolina.

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