El mito del condón
Me parece una carta tan clarificadora, que no me resisto a publicarla. Por si a alguien le queda
alguna duda sobre los "beneficios" del preservativo.
Guayaquil, 20 de marzo de 2009
Muy estimado Bonil:
Le admiro como humorista; no me da empacho decirlo. Le escribo con
la autoridad que me proporciona ser un sacerdote que visita todas
las mañanas de todos los viernes a los pacientes de VIH-sida en el
Hospital de Infectología. Voy siempre con un equipo de voluntarios y
voluntarias de la Casa de la Vida. No sólo le escribo como un
apóstol de mis enfermos, sino como simple hombre culto (soy abogado
y sacerdote, con 10 años de estudios en tres universidades
españolas). Estoy completamente en contacto con todo lo que sucede.
Me muevo en el Internet como un pez en el agua. Le digo esto, porque
a veces la gente piensa que los curas vivimos en otro planeta. He
visto su chiste de hoy sobre el Papa y el criterio de la Iglesia
Católica sobre la ineficacia del preservativo para combatir el SIDA.
Estimado Bonil: El Papa puede decir que dos por dos son cuatro. Pero
esta verdad no deja de ser una verdad científica, sino que sigue
siendo una verdad matemática, aunque la afirme un religioso. Dejemos
aparte - sólo por método, para poder dirigirme a usted, con total
independencia de sus creencias, no sé nada de su religión, ni
siquiera sé si cree en Dios o no, da lo mismo para el caso - los
motivos morales por los cuales la Iglesia Católica se opone al uso
del preservativo para combatir la pandemia del SIDA. El Papa ha
afirmado algo que es puramente científico: el uso del preservativo,
lejos de impedir la propagación del SIDA, en definitiva, la
acrecienta y aumenta. Tome usted un microscopio. Ponga un
preservativo de látex. Mida las microscópicas perforaciones que
tiene el látex. Apunte en una libreta las milimicras que posee
cualquiera de las perforaciones. Ahora, coja un virus del sida.
Póngalo en el microscopio. Mídalo. Ahora compare las dos medidas. La
ciencia de hoy afirma que el virus del sida es 450 veces más pequeño
que el espermatozoide. Si bien los espermatozoides no atraviesan las
perforaciones del preservativo, claro que los virus del sida sí lo
hacen. Por otra parte, hemos de reconocer que la masiva difusión del
preservativo, no determina una disminución del número de relaciones
sexuales, sino, por lo contrario las facilita, las estimula, las
incentiva. Sepa, además, mi estimado Bonil, que tras la difusión
masiva del preservativo hay toda una industria con gigantescos
intereses económicos, todo un capitalismo. y, lo peor, ellos saben
que el preservativo no preserva de nada, y que, como dice el Papa,
aumenta la pandemia (por las dos razones científicas que antes le he
expuesto: matemática: dimensión de las perforaciones, y estadística:
constatación numérica de los fenómenos sociales) y, sin embargo, son
tan criminales y tan genocidas, que por forrarse los bolsillos de
dólares, empujan al mundo entero a la peor pandemia de la historia
(tengo 5 DVD's, sobre el tema). La irresponsabilidad de las
autoridades de salud del mundo entero, y también, por supuesto, de
Ecuador, es espantosa. Tras esa irresponsabilidad, o está una
tercermundista ignorancia o una tercermundista corrupción. Todos
ellos tendrán que dar cuenta a Dios - no me fío nada de los "juicios
de la Historia", que son para morirse de risa - de la criminal
irresponsabilidad con la que difunden en nuestro ambiente el uso del
preservativo, con la consiguiente incentivación de las relaciones
sexuales realizadas con la "ruleta rusa" del preservativo. No por
motivos religiosos, sino por simples razones de salud pública, la
autoridad gubernamental debería informar a la gente los peligros que
comporta el uso del preservativo. Algo así como se hace con la
campaña de difusión de la estrecha relación que hay entre el tabaco
y el cáncer. Para terminar: son innumerables los y las pacientes de
sida que cuando yo les he preguntado - claro, con toda mi intención
- si usaron "protección". me miran con profunda tristeza y con una
sonrisa cargada de odio e ironía me dicen: "Padrecito, el
preservativo no sirve para nada." Le invito un viernes a visitar
conmigo a 'mis' enfermitos de sida - hoy mismo he estado con ellos -
y luego me dirá si se atreve a hacer, querido Bonil, un chiste sobre
la relación que hay entre la difusión del preservativo y el avance
de la pandemia del sida. Venga, le recibiremos llenos de cariño en
nuestro equipo. Venga, y verá cómo los enfermitos están equivocados
- sí que están equivocados - cuando dicen que no sirve para nada:
¡Claro que sirve!, y muchísimo: sirve para contagiarse ellos del
sida; y sirve, sobre todo, para que muchos millonarios del primer
mundo y del tercero, ganen más euros y dólares a costa de los
millones de enfermos de sida que se fiaron del preservativo. Además,
mi querido amigo: no sé si usted es casado, no sé si tiene hijas.
pero si un chico le dice a usted que va a tener relaciones con su
hija, no creo que usted le diga: "¡Ok; pero con preservativo!" Me
imagino que, como padre digno que supongo será, le dirá al chico de
turno: "Amigo, usted a mi hija no me la toca, hasta que sea su
esposa, después de haberse casado con ella, como Dios manda.
¡Mientras, ni con preservativo, ni sin preservativo!".
Y esto es lo que la Iglesia afirma como el mejor y único camino para
preservar al mundo del SIDA y de muchos otros males, tales como los
hijos sin hogar. En esto, supongo que usted coincide con Dios y la
Iglesia.
Con mi respeto y mi afecto.
Padre Paulino Toral.
¡Olé por el curita!
ResponderEliminarMe encanta leer estas cosas que me informan bien, para despues poder contestar con datos cuando intentan apabullarme por defender la postura de la Iglesia
Feliz Natividad.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga a ti y a todos tus familiares y seres queridos.
Feliz Navidad, Neo,y que el Señor nos mantenga este espíritu de "Dios con nosotros" todo el año. un abrazo.
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