¿Cómo transmitir la fe a los hijos?

Este vídeo puede dar pie a que nos planteemos qué cosas podemos hacer,
y de qué manera,
para que lo más preciado que tenemos, la fe,
podamos transmitirla a nuestros hijos. Esta familia lo hace así,
¿tú, cómo lo haces?

Comentarios

  1. Gracias por enviarnos ese testimonio vivo de fe. Y gracias a esos padres llenos de amor. Que guapa es la madre, y que bien habla... y ese sinverguenza de Juan, cómo se reía. Y ese padre, que es como un Abraham, al que Dios ha multiplicado como la arena del mar. Miedo a la muerte, decía la madre en esos casos de separación que le apuntaba una hija de sus compañeros. Yo diría miedo a la Vida con mayúsculas... Me ha hecho llorar...

    ResponderEliminar
  2. Hola Victoria:
    Líndisimo este video. Un ejemplo, que nos anima y hace sentir que se puede!!!
    El próximo 25 de marzo tengo programada la cesárea, cuento con tu oración, sí?
    Gracias y abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Si es muy bonito y perfecto. Para mi demasiado perfecto. El poder trasmitir la fe a los hijos es algo maravilloso, pero que todo sea tan idílico y que los hijos te hablen tanto para mi que es un sueño.

    Mis celebraciones de los laúdes el domingo por la mañana son bastante distintas. Aunque el matrimonio somos salmistas y tocamos las guitarras, os aseguro que ni por asomo se escucha como en el video.

    No se están quietos ni un instante tengo que armarme de paciencia para no perder los nervios.

    Las palabras hay que sacárselas con sacacorchos y aun así te cuesta que te digan algo de su vida.

    Por lo que tengo que dar gracias a Dios es por la dicha de rezar juntos y entender la importancia de trasmitir la fe a los hijos para su vida y las nuestras.

    Un día de estos os cuelgo un video de mis laúdes y veréis la diferencia.

    ResponderEliminar
  4. Jajaja... Julián, estoy contigo. Con los nuestros, no hay domingo en que no haya que dar un par de gritos en los laudes... gracias a Dios, la mayoría de las veces, al acabar la celebración sí es verdad que se respira una paz y una armonía, que no había al principio.
    Yo digo lo que decía una catequista al ver este vídeo... "con que los niños no estén en pijama, a la hora de rezar, me doy por contenta". un abrazo.

    Florencia, claro que rezaré por tu parto. Desde ya. Besos.
    Alvaro, un abrazo afectuoso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario, nos enriquece a todos

Entradas populares de este blog

Una rara avis

La conversión de Narciso Yepes